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Valemos la Sangre de Dios

Meditación

Algunas veces caemos en inseguridades porque no entendemos nuestro valor como individuos. Ya sea que desde niños vivimos algún trauma, el cual tuvo un impacto negativo en nuestra autoestima. O bien, a través de la vida nos encontramos con obstáculos que nos superaron y posiblemente algunos fracasos, los cuales nos hacen preguntarnos ¿será que hay algún problema conmigo? Finalmente, existen personas que se creen más importantes que los demás, expertas en tener un impacto negativo en el autoconcepto de quienes los rodean. Ellos mismos se encuentran heridos por lo que hieren a los demás, y pudieron afectar nuestro concepto personal si convivimos por suficiente tiempo.

Por lo anterior, es necesario que entendamos y creamos en cuánto Dios nos valora como su creación. Si no fuéramos tan valiosos, tan importantes, entonces no habría tenido sentido que Él mismo diera su vida por nosotros.

Pensemos por un momento en alguna mascota que hayamos tenido. Puede ser que la quisiéramos (o queramos) mucho, pero en una situación apremiante, posiblemente nadie daría su vida para salvarla. Y en el fondo sabemos que valemos mucho más que una mascota. Sin embargo, aunque Dios es el Rey del Universo, Él sí quiso salvarnos y lo hizo, aunque el sacrificado fuera Él. 

La razón por la que nuestro Salvador dio su vida por ti y por mí, es que realmente valemos de manera excepcional para Él. Por lo tanto, no tiene importancia qué piensen los demás acerca de nuestro valor, únicamente debe interesar lo que nuestro Creador sabe, y Él claramente nos valora.


Para Meditar

¿Cuánto es el amor de Dios por nosotros, que Él dio su propia vida para salvarnos?


La Palabra de Dios

Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20b

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Bueno, resulta que algo en tu corazón te dice que la Biblia debe ser verdad, que deberías acercarte más a Dios. Dentro de ti quisieras tener el valor para hacerlo, pero luego hay algo que te frena... Piensas en todo el rechazo social que sufrirás, tus amigos dejarán de serlo, tus conocidos se alejarán de ti. Temes que ya no serás tan "cool" como antes, sino que tendrás pocos o nulos amigos (en tu mente es así), así que una vez más decides seguir con tu vida. Gloria de los hombres no recibo. Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis. ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único? Juan 5.41-44 Se llama "temor del hombre", y es una de las principales razones por las que la gente no se acerca a Jesucristo en estos días. Toda la sociedad está construida alrededor de las modas ...

El Camino del Perdón: Cómo Afrontar y Superar Nuestros Pecados Según la Biblia

Todos hemos pecado. No existe persona en la tierra que sea perfecta, con excepción de Jesucristo, quien nunca cometió un error. Si así no fuera, no hubiera sido necesario que Jesús viniera al mundo a salvarnos. Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. Eclesiastés 7:20 Si hemos creído en Jesucristo y le hemos hecho nuestro Señor y Salvador, tenemos un anhelo en el corazón de andar en sus caminos, de la manera que Él anduvo. Pero sabemos que en algún momento pecaremos, porque somos imperfectos.  Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 1 Juan 1:8 Cuando esto suceda: ¿Qué debemos hacer?  Es importante que confesemos nuestras faltas directamente a Dios, sin ocultar (o encubrir) lo que sucedió. Encubrimos nuestro pecado cuando decimos frases como "yo no soy así, es que me provocaron", "es que si ellos no se comportaran de esa manera", "es que esa persona no debería provo...

No seamos como un Caballo o un Mulo

Meditación Dios desea darnos un corazón tal que nos diga qué hacer, y nosotros inmediatamente obedezcamos. Sin embargo, por naturaleza tenemos un corazón de piedra, a quien Él habla una, dos y muchas veces sin captar nuestra atención o provocar nuestra obediencia. Por cuanto Dios nos quiere evitar el sufrimiento que provocarán nuestras malas decisiones, en ocasiones permite situaciones difíciles en nuestra vida. De esta manera somos susceptibles a voltear nuestra mirada a Él, y empezamos a escuchar su voz y tomar decisiones que nos harán bien. Otro problema que aqueja al ser humano es que solamente buscamos a Dios cuando vivimos problemas o tristezas profundas. Solemos olvidarle en temporadas de éxitos y bendiciones, en lugar de agradecerle y acercarnos a Él. Pero Dios desea formar en nosotros un carácter que le busque de manera estable, tanto en días de éxtasis y felicidad, como en momentos de tristeza profunda. Por esta razón, permite pruebas y dificultades, para que no nos olvidemos...